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Se inició su construcción a finales del siglo XVII con la portada barroca, la nave central con sus capillas entre contrafuertes (hasta el actual crucero). Ya a finales del siglo XVIII (1796) se construye el crucero, cúpula y la fachada lateral, dedicada a San Juan.

 

José López, maestro arquitecto, que fue cantero en la Catedral de Murcia, al que se deben obras como el Palacio Episcopal, la Cárcel Eclesiástica y uno de los cuerpos de la Catedral (todos ellos en Murcia) fué el encargado de la ampliación.

Situada entre el barroco clásico y el clasicismo romántico (neoclasicismo), ocupa una superficie de unos 648 m2 y una altura aproximada de 28 metros en la cúpula.

La torre fue modificada a finales del siglo XX

Dedicada a la advocación de Santa Marina, conserva en una capilla lateral, un Lignum-Crucis que regaló el Papa Pío V a D. Juan José de Austria, que la donó a su confesor D. Pedro Alejandro Villaescusa, prebendo de Cartagena y descendiente de Alpera, quien la trajo a esta parroquia en 1749 y nombrada como patrona de la localidad: Santísima y Vera Cruz de Alpera.